lunes, 30 de noviembre de 2015

Hipólito

EL HOMBRE MANCILLADO: HIPOLITO
Un dramaturgo griego rechazado por sus contemporáneos por estar adelantado a su época, reconocido por pocos en su tiempo, pero inmortal hasta la modernidad; el tercero junto con Esquilo y Sófocles de los tres grandes poetas trágicos de Ática, evidentemente fue Eurípides. Según la tradición, Eurípides nació en Salamina, un 23 de septiembre probablemente del año 480 a.C., el día de la gran batalla naval entre los griegos y los persas. Sus padres, según afirman ciertos expertos, pertenecían a la nobleza; en opinión de otros, sin embargo, eran de origen humilde. Su hijo, en cualquier caso, recibió una esmerada educación y tuvo como maestros a Protágoras, Anaxágoras y Sócrates. Las obras de Eurípides comenzaron a representarse en los festivales dramáticos de Ática durante el año 454 a.C., pero hasta el año 442 a.C. el autor no obtuvo el primer premio.
Fue un hombre austero y, frecuentemente objeto de ataques por parte de los escritores atenienses de comedia: Aristófanes lanzó contra él una sátira en Las ranas (405 a.C.). A pesar de todo, sus obras se hicieron famosas en toda Grecia. Al final de su vida abandonó Atenas y se instaló en Macedonia. 
De las numerosas obras atribuidas a Eurípides se conservan diecisiete tragedias y un drama satírico, Los cíclopes. Entre las tragedias de fecha conocida figuran Alcestes (438 a.C.), Medea (431 a.C.), Hipólito (428 a.C.), Las troyanas (415 a.C.), Helena (412 a.C.), Orestes (408 a.C.), Ifigenia en Áulide y Las bacantes (ambas representadas póstumamente en el 405 a.C.). Entre las obras de fecha incierta destacan Andrómaca, Hércules, Hécuba, Los suplicantes, Electra, Hércules loco, Ifigenia entre los tauros, Ión y Las fenicias.
En la lejana Trecenia, Fedra se ha convertido en un pobre peón de la diosa Cipris, que lo único que desea es cobrar venganza contra Hipólito, aun a costa de una de sus más fieles servidoras. Hipólito ha cometido el pecado de adorar a su contraparte, Artemisa, y aborrecer los dones de Afrodita, al evitar a toda costa a las mujeres y cualquier tentación amorosa, por lo que se dedica únicamente a la casta adoración de su diosa idealizada.
A causa de la presunción de Hipólito, Afrodita añora la venganza, y hace que Fedra, la madrastra de Hipólito, se enamore apasionadamente de este. Fedra padece su amor por algún tiempo, hasta que su nodriza al tratar de ayudarla, le revela la situación a Hipólito que amenaza con contarlo a su padre. Fedra, desesperada y vengativa, se suicida, tal como lo hiciera Yocasta en Edipo rey, pero escribe una nota en la que acusa a Hipólito de haberla ultrajado, por lo que Teseo, su esposo y padre de aquel, lo maldice y provoca la muerte de su hijo por obra de Poseidón.
A diferencia de Esquilo y Sófocles, Eurípides representaba los nuevos movimientos morales, sociales y políticos surgidos en Atenas hacia finales del siglo V a.C. Se interesó ante todo por el pensamiento y las experiencias del ser humano ordinario, más que por las figuras legendarias del pasado heroico. Eurípides trataba a sus personajes de un modo realista, no como símbolos idealizados y ajenos a la vida normal; era capaz de demostrar la corrupción y la debilidad humana con amargura y hondo realismo, tal como lo representa Fedra en este texto y, al mismo tiempo, reflejar en sus obras un profundo respeto por el heroísmo humano, la dignidad y la pasión, como ocurre con Hipólito. También es notable, y un importante aporte en su obra el protagonismo que da a la mujer en el personaje de Fedra, quien es heroína del crimen, aunque en otras obras describe también heroínas de la virtud.
Esta tragedia, como otras de este escritor, emplea el coro como un elemento independiente de la acción y cuenta con algunos otros episodios inconexos en la trama. Asimismo, inicia con un prólogo explicativo discursado por Afrodita, en el que pone en conocimiento de los espectadores sucesos anteriores al comienzo de la obra y a menudo esboza también los acontecimientos futuros. Para finalizar la obra se auxilia del deus ex machina, o introducción inesperada de un dios para facilitar o provocar el desenlace, en la que Artemisa acude para consuelo del más fiel de sus servidores.
Hipólito es una muestra de la dualidad del ser humano, aunque no se represente en el mismo personaje: por un lado Fedra de lado de Cipris que representa la pasión y la fuerza de los sentimientos irracionales, así como el disfrute de la vida y sus placeres, y por otro lado, Hipólito que sirve a Artemisa y se mantiene en la castidad y el desempeño único de labores que agraden a la diosa, ignorando por completo el vicio de la vida humana. Es una historia sobre venganza y capricho que arrastran a los humanos a su desgraciado destino.
Nos habla de un amor que hiere físicamente, y a pesar de dar protagonismo a la mujer, la muestra como una calamidad para el hombre, aunque en lo personal creo, es el amor el que se vuelve una calamidad para cualquiera, sin importar sus características.






REFERENCIAS

Eurípides. Hipólito. Recuperado de https://es.wikisource.org/wiki/Eur%C3%ADpides_-_Hip%C3%B3lito el 20 de Octubre/2015.
Eurípides. Recuperado de http://www.epdlp.com/escritor.php?id=1694 el 20 de Octubre/2015.




La Ilíada y la Odisea

Les comparto uno de mis vídeos favoritos sobre estas dos epopeyas escritas por Homero. Disfrútenlo.


domingo, 29 de noviembre de 2015

Literatura Grecolatina clásica

Les comparto un vídeo que encontré en youtube: https://www.youtube.com/watch?v=3f5jbe96FJY

¿Pero qué es la literatura Grecolatina?

La literatura grecolatina son aquellas obras formadas por la combinación de la cultura griega y romana, de ellas heredamos una gran riqueza filosófica y artística, que sirve como base a la literatura moderna. Es de estás culturas, donde también, surge la cultura occidental.
Para adentrarnos un poco más sobre cómo surge está clase de literatura, veamos ambas partes de la historia:
Literatura griega
Se cree que la literatura griega llegó a abarcar quince siglos aproximadamente, ésta comienza con dos grandes epopeyas heroicas: La Ilíada y La Odisea, que fueron escritas por Homero, admirado, imitado y citado por todos los poetas, filósofos y artistas griegos que le siguieron, es el poeta por antonomasia de la literatura clásica. Aunque en ocasiones se ha puesto en duda su existencia.
Citaré a algunos autores de literatura clásica griega:
Épico: Homero, La Ilíada y la Odisea.
Lírico: Arquíloco, Alceo, Safo, Anacreonte, Simónides, Píndaro, Teócrito, entre otros.
Dramático: Esquilo, Prometeo encadenado; Sófocles, Edipo rey; Eurípides, Hipólito; Aristófanes, Asamblea de mujeres, etcétera.
Didáctico: Hesíodo, Teogonía; Esopo, fábulas; Platón, El banquete o del amor; Jenofonte, Anábasis; Longo, Dafnis y Cloe; Demóstenes, Juicio contra una prostituta.

Literatura Romana.
Si bien, dicen que la literatura Romana es una imitación de la literatura griega, pero aún pese a esto, ellos también hicieron aportaciones importantes dentro de este ámbito.
Roma fue uno de los pueblos más influenciados por los griegos. No obstante, Al contrario de los griegos —que habían desarrollado las ciencias y la filosofía—, los romanos se interesaron muy poco por las ciencias puras, y se interesaron más en el derecho y la política.
La literatura griega fue asimilada, prolongada y difundida por el Imperio Romano.
Al igual que hice con los autores griegos, ahora citaré a autores de literatura latina:
Épico: Virgilio, La Eneida.
Lírico: Catulo, Horacio poemas líricos,; Ovidio, El arte de amar.
Dramático: Séneca, Medea; Plauto, La olla; Terencio, Heyca.
Didáctico: Suetonio, Los doce Césares; Petronio,  El satiricón, Apuleyo, El asno de oro, entre algunos otros.

Espero que les haya sido de ayuda esta información, y que lo tomen como una pequeña introducción a la literatura grecolatina. Más adelante iré subiendo biografías de autores griegos y latinos junto con reseñas de sus obras.

Hasta pronto.

viernes, 20 de noviembre de 2015

El Arte de Amar, manual para conquistar más que el corazón


Por Misael García

Horacio, Tibulo, Propercio y Virgilio, son solo unos cuantos nombres que representan a los autores de moda de aquél tiempo. Ovidio, por su parte, perteneciente de una generación posterior a la pléyade, fue creciendo como escritor hasta quedar como el único gran poeta  aún vivo de aquél periodo en Roma. Nació en Sulmana, ciudad de la comarca pelignia en la Italia central, abundante en aguas  y distante en noventa millas de Roma. Para ser más preciso, Publio Ovidio Nasón nació el día 20 de marzo del 43 a.C, mismo año en que murió Cicerón. Como segundo hijo de una familia acomodada perteneciente a la clase ecuestre se predestinaba que se dedicaría a la carrera política. Su padre lo envió junto con su hermano a Roma, lugar donde comenzó con sus estudios de retórica. Prefería declamar suasorias antes que controversias por ser aquellas de argumento preferentemente mítico o histórico y tratar éstas de cuestiones judiciarias; lo racional y argumentativo le fastidiaba. En los primeros  pasos encaminados hacia la política desempeñó el cargo de “Triunvir Capitalis” cuyo cometido fue el de inspeccionar las cárceles y vigilar la ejecución de sentencias. No tardó en retirarse de un camino que tan mal cuadraba con sus aspiraciones para definitivamente dedicarse a la poesía. Existe una anécdota en la que se dice que cuando su padre lo recriminaba por cultivar el inútil ejercicio de la poesía y trataba él sumisamente de alejarse de ella, no lo podía lograr porque espontáneamente  le brotaba en sus palabras el ritmo poético: “et quod temptabam  scribere, versus erat” « y cuando lo que intentaba escribir, resultaba verso». Ovidio se casó en tres ocasiones. Su primera esposa no pertenecía a su clase social, además no fue nunca de su total agrado; por lo que, se divorcio rápidamente de esta. Su segunda mujer fue mejor que la primera e incluso le dio una hija, sin embargo, esta unión tampoco fue muy dichosa para Ovidio y terminó separándose de la misma. No fue sino hasta su tercer matrimonio donde obtuvo esa compañía que le durase hasta el último de sus días. A sus 52 años, la vida de Ovidio dio un giro drástico. Pasó de tener una vida placentera a una en la que se vio obligado a dejar su lugar de trabajo por órdenes del emperador Augusto. Sin embargo, esto no fue tan grave ya que se le permitió conservar sus bienes y su ciudadanía. Las causas del destierro siguen hoy en día, sin ser claras. Ovidio, autor de su propia biografía la cual esta implícitamente a lo largo de sus obras, pero se le puede encontrar más concienzudamente en el libro IV de los Tristes, ya viejo y exiliado, escribe una súplica al emperador Augusto para que revoque su exilio, sin embargo, este muere y deja a su sucesor Tiberio el cual tampoco desautorizó la orden augusta. Finalmente es en el año 17 d.C en el que, según la noticia de san Jerónimo, Ovidio fue visitado por el hado en la bárbara Tomis sin haber podido regresar antes a su patria.      




                Entre sus obras destacan Las Metamorfosis, que son una compilación de quince libros en los que sigue una narración cronológica desde la creación del mundo hasta la época contemporánea, Amores, compuesta en tres libros cuya temática son las elegías amorosas, y por último el Arte de Amar, la obra  que nos ocupa en esta ocasión.
Difícil era conseguir o mejor dicho, mantener viva la llama del amor. En este libro, Ovidio, haciendo uso de sus vivencias y aseveraciones, nos da una especie de manual con el cual lograremos conquistar el corazón de  toda mujer y/o hombre que deseemos y, a su vez, nos da unos tips para que la relación dure. Sí, así tal cual como se lee. Ovidio escribió tres libros acerca de los artificios en que podemos valernos para dominar a uno de los grandes enemigos del hombre: el Amor. El libro I y II están dedicados a los hombres y en el último deja ver de manera muy clara que está únicamente dirigido para las féminas.

En su obra retrata la vida cotidiana de la época. Los templos, teatros, fiestas, espectáculos y en general los espacios públicos, son la clave principal de la obra en la que Ovidio nos demuestra su maestría en el tema. La mitología es usada constantemente para dar ejemplos de los tipos de relaciones; las problemáticas que surgen de las mismas; la manera en que dichas problemáticas pueden solucionarse; y, esencialmente, cómo lograr que las relaciones fructifiquen por un largo tiempo sin fecha de caducidad. Ovidio se mantiene “fresco” a pesar de que esta obra haya sido escrita hace más de 2000 años, puesto que a diferencia de otros tipos de textos escritos por hombres contemporáneos a este, presenta un lenguaje bastante fluido y coloquial, por así decirlo. 
Los consejos que el gran maestro Publio nos ofrece no carecen de actualidad porque sin importar el tiempo en que estos sean leídos, sus situaciones se siguen presentando en la vida del hombre a lo largo de los años, siglos e incluso milenios. La idea de llevar a nuestra futura conquista al cine, no es para nada innovadora, ya lo había propuesto antes el maestro Ovidio, claro, no al cine que nosotros conocemos hoy en día como tal, sino a su pariente más cercano: el teatro, por supuesto. En la obra podemos apreciar ese estilo de poesía didáctica que empleaba Ovidio cuyo uso ayudó a conservar gran parte de la biografía que fue escrita por él mismo. Así es que se podría decir que estos consejos que nos dio pudieron haber sido usados por él o al menos eso podría creerse.
Además de ser una obra que trata de jugadas inteligentes que tanto hombres como mujeres tenían que hacer para “atrapar a su presa”, el Arte de Amar es una obra divertida, entretenida y bastante emocionante que hará que el lector-aprendiz quiera escribir al lograr su tan anhelada conquista: “Nasón fue mi maestro”.
El Arte de Amar, de Ovidio. La guía por excelencia para todo aquél que quiera meterse en problemas. Sí, en problemas, porque ¿qué es el amor sino una trampa cruel para el hombre cuya vida sólo se prolonga un día?

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Aristófanes.

La asamblea de mujeres

Sátira de una nueva forma de gobierno

Por: Tania Lucía Castro Díaz


Considerado el mejor autor de comedias de la literatura griega, Aristófanes nació en Atenas aproximadamente en el año 450 a.C. Tuvo tres hijos (se cree también fueron comediógrafos), vivió gran parte de su vida en Egina y era aceptado entre sus contemporáneos pero no tuvo mucha influencia en su época, sino hasta tiempo después, en la comedia nueva.

Ya que Aristófanes era una persona conservadora rechazaba la idea de la democracia, al igual que las ideas innovadoras de Eurípides, pues consideraba que degradaban al teatro clásico.
La comedia griega no empezó con Aristófanes, pero es el autor más reconocido. La palabra comedia viene del griego koomos, que es un festejo ruidoso, el término se emplea especialmente en el desfile que se hace al ganador de los certámenes deportivos, lo cual llevaría al hecho que comedia es un canto del koomos, un canto popular.
En la comedia predomina el tono satírico, de burla, se busca resaltar los defectos de las personas, cosas contraria a la tragedia. Tuvo tres etapas; la comedia antigua (la de Aristófanes), media y moderna/nueva.
Aristófanes escribió alrededor de 30 obras (sin contar las obras dudosas, que serían 10 más), de las cuales actualmente solo se conservan 11; de estas obras se puede reconstruir lo que era Atenas en ese momento y una imagen de su vida e ideología. Los temas de sus obras van desde lo político, hasta unámbito social o religioso. Entre sus obras más conocidas se encuentran Las aves (414 a.C), Pluto (388 a.C), Las nubes (423 a.C), Las ranas (405 a.C) y La asamblea de las mujeres.

En la asamblea de las mujeres, presentada alrededor del año 392 a.C, se habla de un grupo de mujeres que estaban en desacuerdo con la forma de gobernar de los hombres, por lo que ellas deciden tomar el mando, confiando en que como podían ser administradoras de sus hogares, entonces tenían aptitudes para gobernar al pueblo.
Las mujeres siguen a Praxágora, quien se podría decir que es su guía. Disfrazadas de hombres, con vello en su cuerpo y barbas falsas, alzan su voz para conseguir aquello que desean. Contra todos los pronósticos, logran convencer al pueblo en la reunión de la asamblea en el Ágora, donde todos creen que son un grupo de zapateros.
Se trata de estar bajo nuevas ideas, de tener mayor igualdad entre las personas y dejar de ser tan egoístas, a pesar de ser esta una naturaleza del hombre. Se busca entregar los bienes de cada uno y que todo sea de todos, y no solo refiriéndose a lo bienes materiales.
Una persona puede estar con cualquier otra persona mientras respete las reglas que se han impuesto, por ejemplo, si un hombre quiere estar con una mujer joven y hermosa primero tiene que estar con una mujer grande y no bien parecida. Lo mismo para las mujeres, estar con el joven que quiera mientras le den su parte a los otros.
Aunque no todos estaban de acuerdo con ceder el gobierno a las mujeres terminaron aceptando esta nueva forma de vida. En esta comedia se toman
muchas cosas en doble sentido y se busca presentar con burla que las mujeres realmente puedan gobernar un lugar.
En el texto se ve claro una posición machista, normal en ese tiempo, y también referencias sexuales. Por ejemplo, hay un parte donde dice una de las mujeres
“¿Cómo levantar las manos en la asamblea si solamente estamos acostumbradas a levantar las piernas?” (p. 301)
Ya que antes las mujeres no tenían ni voz ni voto es obvio que no supieran como reaccionar ante la asamblea.
Como ya se dijo antes en la comedia se busca hacer una burla con los defectos de las personas, con las cosas mundanas y cotidianas de la vida. En La asamblea de las mujeres, aparte de enfocarse en la forma de gobierno, también hay una sátira de las necesidades fisiológicas.
Por ejemplo, hay una parte en que Blépiro tiene un problema estomacal
 “Como me urgía la necesidad, yo me calcé como pude estas sandalias y corrí a ver qué hacía, pues no quería manchar la colcha que esta recién lavada.” (p.302)
Esta comedia tiene 15 personajes y tiene alrededor de 21 páginas. Una historia llena de anécdotas graciosas, relaciones entre los personajes y una forma de reírte de las cosas ordinarias.

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Bibliografía


Aristófanes., Garibay, A. (2012) Las once comedias. México, DF: Porrua.

martes, 17 de noviembre de 2015

El Satiricón, de Petronio

El Satiricón
Petronio
Por: Paulina Herrera Gutiérrez
Obra y autor

Aún hay dudas sobre la verdadera identidad del Petronio que escribió El Satiricón; sin embargo, se dice que éste Petronio fue amigo de Nerón pues lo citan en el Siglo I d.C. Asimismo, fue Nerón quien lo nombró Arbiter Elegantiae (árbitro de la elegancia), pues lo describían como un hombre original y refinado.
El Satiricón es una obra altamente significativa en la literatura universal, principalmente en el occidente, pues se trata de una de las primeras obras (si nos es que la primera) que adopta la forma de lo que llamamos “novela”, ya que combina múltiples géneros, con características y situaciones de la épica.
Hoy en día sólo se dispone de la décima parte de la novela. Tal parece que se componía de veinte libros, de los cuales se conservan los libros XIV, XV y XVI (el episodio de Cuartila, al libro XIV; la cena de Trimalción, al XV; las aventuras posteriores al episodio anterior, al XVI).
Sobre la muerte del autor, Petronio se suicidó después de que le acusasen de tratar de matar al emperador.
El Satiricón
La versión que leí fue la de Roberto Heredia Correa, a mí parecer es una versión muy completa, pues no sólo es la obra, sino que también nos habla sobre el autor y la época, la extensión, su contenido, el nombre de la obra, y por último nos habla sobre la sátira menipea.
Es un pintoresco relato y muy novedoso para la época en la que se desarrolló, llena de humor y obscenidad. Destaca, de manera considerable, la abundancia de situaciones y efectos cómicos, cosa que caracteriza a la novela latina frente a la griega. También es notable la fuerza satírica, sobre todo en la descripción de la conducta de los libertos enriquecidos.
La historia es narrada en primera persona por Encolpio, un tipo libertino pervertido y sin dinero, que nos cuenta las aventuras que vive al lado de Ascilto y, en especial, con Gitón su joven y guapo amante, quien le es infiel en varias ocasiones.  Estos tres amigos parecen estar en una ciudad al sur de Italia, posiblemente Pozzuoli. Ya casi al final de la obra, sale Ascilto y Eumolpo toma su lugar.
En el primer bloque, Encolpio debate con Agamenón (un maestro) su disgusto por la manera en la que los profesores enseñan en la escuela, él dice que nada de lo que los alumnos aprenden allí es parte de la vida. Después de un rato Escolpio se percata de la ausencia de Ascilto y sale a buscarlo. En las calles pide ayuda a una viejecilla quien lo conduce a un lupanar donde se topa con su amigo Ascilto, escapan y buscan su casa.
Es en este bloque, también, donde aparece Cuartila, sacerdotisa del dios Priapo acompañada por una esclava y una niña, que los acusa de haber profanado sus ritos y quiere que lo resarcen. Luego de un rato se lleva a Encolpio, Ascilto y a Gitón a su burdel, es ahí donde los somete a una serie de abusos sexuales. Y lo que resta del bloque, trata sobre obscenidades cómicas homosexuales, como cuando el acompañante feo gay de Cuartila desnuda a Encolpio sobre la cama, sin provocar la menor excitación en éste.
En el Banquete de Trimalción (segundo bloque), —este fragmento es el único que se encuentra íntegro y el más importante de la obra — Encolpio es invitado junto con Ascilto y Gitón por Agamenón a una cena en la casa de un rico libertino de nombre Trimalción. El banquete es narrado de una forma exagerada y muy extravagante, donde hay comida a montones y los esclavos de Trimalción sirven a sus invitados de tal manera que los hacen sentir como reyes, es una extraña mezcla de refinamientos, sorpresas, groserías y excesos. Es en este apartado donde Petronio aprovecha e introduce la sátira referente a la gente adinerada. Después de algunas historias contadas por Trimalción, Encollpio, Gitón y Ascilto  deciden escapar de ahí.
Al llegar a su casa, hay una disputa entre Encolpio y Ascilto por Gitón. Y es aquí donde comienza la tercera y última parte del Satiricón, que presenta más drama que en los capítulos anteriores. Gitón decide marcharse con Ascilto, por lo que Encolpio se va al mar en busca de venganza y es en ese viaje en donde conoce a Eumolpo un viejo y frustrado poeta, quien tiene la manía de recitar poemas a cualquier hora y en cualquier momento. Tras una nueva pelea con Eumolpo, porque éste se siente atraído por Gitón, ambos se marchan dejando a Encolpio que después intenta suicidarse pero es detenido por su ex amante. Al cabo de un rato estos personajes emprenden un nuevo viaje, y aquí se hace presente la aventura, la acción y el humor, pues el dueño del barco en donde viajan es Licas acompañado por Trifea, personas con las cuales Encolpio y Gitón tienen cuentas pendientes. Pasada una tempestad en donde se deshacen de Trifena y Licas, conocen a un campesino que les dice que están cerca de Crotona, una ciudad repleta de caza herencias. Los tres se aprovechan de eso y fingen que Eumolpo es un señor lleno de fortuna, quien busca a su único hijo y heredero, mientras que Encolpio y Gitón son sus “aparentes” esclavos. Los caza-herencias los agasajan con obsequios y buenos tratos. En seguida, viene una parte muy épica: Encolpio pierde su virilidad, y el pobre hombre trata de mutilar su miembro, pero después recobra su virilidad.
La obra concluye con la lectura del testamento de Eumolpo “rico”, quien dice de manera irónica: “Todos los que tienen legados en mi testamento, excepto mis libertos, recibirán lo que les he dado, con la condición de que corten mi cuerpo en partes y lo coman en presencia del pueblo”.

Lo único que me pareció desgastante, fue tener que regresarme a la parte final del libro donde están las notas al texto español, para poder saber de qué trataba lo que se señalaba en las páginas.
Debo resaltar que es un libro que recomiendo a las personas jóvenes y adultas, en especial a las que crean que la literatura grecolatina es aburrida o de difícil comprensión. Muy entretenida y de fácil asimilación. Uno puede darse idea de cómo vivían y pasaban los ratos las personas de la roma antigua, pues se trata de la obra más original de la antigüedad.


Bibliografía:
Satiricón de Petronio Árbitro, editado por la Coordinación de Humanidades, se terminó de imprimir en Hemes Impresores el 30 de octubre de 1997.